COHERENCIA – esa es la verdadera brújula interna, ser lo suficientemente valiente para admitirte a ti mismo que tu vida, tu sentir y tu hacer no está en coherencia, que genera fricción interna, que duele, que entristece, que haces lo que no quieres y te enferma a veces.
La vida plena y abundante que se nos ha mal vendido no llega si no es a través de la coherencia y eso conlleva negociar y redireccionar tus decisiones a menudo, tomar hábitos para no perderte en el vergel de oportunidades que te alejan de ello. Para estar en lo que eres y quieres, y no en lo que te han dicho que eres y quieres.
Si tus biorritmos internos no están en sincronía, a nivel químico, no vas a vivirte en coherencia, por mucho que trabajes otros aspectos. Vamos a por el Geranio y vivirnos en coherencia.