Contenido del curso
Introducción a la dinámica del útero y la energía femenina en tí
0/1
Limpieza de Utero – Sanando la energía Femenina
Acerca de las clases

Te invito a llevar tus manos a tu útero, como un gesto de conexión con este espacio sagrado. Al llevarlas a este lugar, tu mente también se dirigirá allí. Simplemente respira desde tu útero, sin forzar. Inhala y siente cómo tu útero crece y al exhalar, percibe cómo decrece. Mantente unos segundos allí. ¿Es agradable? ¿Qué sientes?

Tu útero es nuestro centro de poder energético, no importa si tienes el órgano, si naciste sin él o por algún motivo te lo quitaron, tampoco influye si tienes ciclo o no, ese espacio mantiene la energía femenina, ese espacio almacena tu sabiduría femenina y está conectado con la tierra, con el centro del alma femenina.

Ese centro energético que llamaremos útero (lo tengas o no), afecta cada aspecto físico, emocional, sexual, cómo piensas, cómo percibes las relaciones, la espiritualidad, la cultura, el ambiente, el trabajo, la sociedad, cómo manifiestas tu vida.

No hay nada que no afecte tu útero y no existe nada que no sea tocado por él. Es como un almacen para todo lo que te ocurre, y también sobre tu linaje femenino, todas cargamos mochilas heredadas que no somos ni siquiera consciente de ello, pero eso no te libra de que te afecte. 

A veces ni siquiera sabes porque tienes tendencia a ciertos gustos o rechazas algunas actitudes o situaciones que son ajenas a tu crianza y no sabes porque, y la respuesta esta en tu útero, en donde esta almacenado toda la información de tu linaje femenino, de tu vida

El acumular tantas cosas en tu centro de poder trae como consecuencia que experimentes bloqueos y entres en una espiral de rutina y vida que te aleja de ti.

Es desconectarnos de la voz de nuestra alma y encontrar problemas en todas las áreas en donde la energía femenina surge, tales como, el simple hecho de SER y no sentir que tenemos que HACER todo el tiempo para sentirnos valoradas.

El útero por excelencia recibe, pero también tiene la capacidad de entregar, liberar y soltar. De hecho, todo en la naturaleza tiene la facultad de contraerse y relajarse, de recibir y de entregar. Así es la armonía que nos rodea. Sin embargo, a la mujer no se le educó sobre el poder que tiene su útero, sobre todo, se censuró su capacidad de soltar. Se le inculcó miedo al liberar y relajar, entonces los úteros se enfriaron y dejaron de vibrar, palpitar y moverse. Las mujeres dejaron de abrir sus vaginas para permitir el paso de sus bebés. De hecho, la menstruación “que liberamos mes a mes” junto la información de los procesos, fue interrumpida con pastillas, tampones y toallas que absorben la sangre. En síntesis, el arte de “liberar” se maltrató. Apuntaron con el dedo a aquellas que bailaban en torno a una fogata o movían su pelvis libremente, y a otras las quemaron por esta libertad, por este acto de soltar.

DE QUÉ FORMA EL ÚTERO RECIBE Y GUARDA LA INFORMACIÓN

 El útero adquiere y recoge memorias por medio de 4 energías principalmente:

A través del Linaje Femenino: La información se pasa de útero a útero, por la  unidad dual madre-hija. Cada hija trae consigo a su madre, y a todas las madres que existieron antes que ella. Podemos registrar en la etapa gestacional las impresiones y sentimientos de nuestra madre. También, podemos reconocernos entre las mujeres de nuestro linaje femenino y encontrar muchas cosas en común; incluso sueños, deseos, hábitos y carácter. Recibimos energía de nuestro linaje, pues nacimos del útero de una mujer, de su copa, de su matriz, del lugar donde ella dirige sus emociones. Crecer en el vientre de nuestra madre nos conduce necesariamente a entender y sentir nuestra línea materna y, en algún  momento, a empatizar, aprender y por  qué no, sanar junto a ellas.

Por medio de la Impregnación Energética: Es cuando intercambiamos fluidos, como semen, fluido vaginal, saliva. De esta manera se activa el detector de las variaciones físicas y químicas, que provienen del interior del individuo con el que compartimos nuestros fluidos. Cuando intercambiamos fluidos, no solo estamos asimilando la información química que nos entrega este proceso. También estamos obteniendo el psiquismo celular de nuestras parejas, de nuestra amiga si hemos compartido un vaso de agua. Y en la virtud mal aspectada que muchas mujeres tenemos de retener, es que contenemos ese psiquismo celular de la pareja con la que estuvimos sexualmente en nuestro útero. Las experiencias sexuales se imprimen en tu aura y en tu mente subconsciente. Cada uno se impregna con una intensidad diferente. Las mujeres son muy sensitivas y recibidoras de la cualidad penetrante del hombre. Cuando un hombre penetra a una mujer, el aura de ella quedará impresa durante 7 años en un orden decreciente, a medida que se aleja de la fecha de la penetración. ¿En qué te influye tener impresa la penetración de una pareja en tu aura?

La impregnación funciona así: Recibimos, retenemos, acumulamos información de nuestras parejas sexuales y la sostenemos en nuestro útero. Esto ocurre en cada relación sexual, cobijando esa frecuencia en la que transitamos con nuestro acompañante sexual. En cada encuentro, cuando el semen entra o cuando hay  un  beso e intercambiamos saliva, estamos compartiendo material genético, información y energía. En la cultura oriental bien se comprenden estos fluidos como la VIDA. Y ciertamente en ellos hay mucha información. No por nada, para saber cómo está tu cuerpo se examinan fluidos, como la sangre, la saliva, el flujo vaginal o el semen. En este sentido, si vemos el útero, tal como lo dilucidaron los médicos de la antigüedad; como una  llave para la comprensión de la psiquis femenina, encontramos entonces que tiene una vibración y frecuencia tan alta que retiene y recoge información, igual que nuestro cerebro. Esto nos hace notar que lo que retenemos en el útero, sea nuestro o no, pasa directamente a afectar nuestro pensar y actuar. Así, las hormonas se polarizan, segregamos más testosterona que estrógeno y progesterona y nos masculinizamos. Por esto, no sabemos la dirección a tomar, surge mucha duda, nos sentimos incomprendidas, perdidas en algunos casos y tantas cosas más. Muchas de nosotras no llegamos a entender por qué entramos en esto y consultamos cientos de terapeutas y psicólogos para que nos sirvan de brújula para encontrarnos… y la brújula siempre existió, sólo que está tapada por energías que no son nuestras y que están demás en nuestro interior, en nuestro espacio psíquico uterino. Esta comprensión nos lleva a descubrir por qué nos hemos alejado cada vez más de nosotras mismas, de nuestra esencia innata de sanación y dirección. En definitiva, de nuestra esencia femenina y de la fidelidad a nuestra alma.

Por medio de la Emisión de Energía (necesita proximidad y tiempo): ¿Les ha pasado que cuando se juntan con sus amigas durante tres o cuatro días (incluso menos) en un mismo espacio, comienzan a menstruar todas juntas? Esto se da por la emisión uterina por proximidad entre mujeres y asiduidad. Es decir, este psiquismo femenino surge por la proximidad de vibración entre una y otra mujer. De ahí que en los círculos de mujeres se libere en todas la hormona oxitocina, que es activada por proximidad. Está demostrado que esta mejora la capacidad de las personas de confiar en otros, promueve la actividad social, supera el temor a la traición y crea un círculo de confianza y afecto. En consecuencia, esta hormona SANA la ruptura de la hermandad femenina y restablece la confianza en otra mujer, sea conocida o desconocida, pues empezamos a emanar y a recordar el origen es decir LA UNION. De la misma manera, al dormir con un acompañante, pareja o esposo que está constantemente enojado, con rabia o mal humorado (emociones por las que todos pasamos) lo sentiremos por emisión y es probable que entremos en su misma frecuencia energética.

También tenemos los introyectos: Un introyecto es una idea, una creencia que se absorbió en determinado momento de la vida, usualmente, en la infancia. Esta idea, tal vez, ya no responde a la situación y necesidades presentes, pero sigue vigente. La mayoría de las veces un introyecto toma forma en una oración con la palabra debes o deberías. Por ejemplo, si durante tu infancia te decían: “debes ser una mujer fuerte y mantenerte al pie del cañón, una mujer fuerte es la que lucha”, o bien, “las mujeres deben ser obedientes y buenas niñas”, seguramente, estas sentencias aún repercuten en tu vida adulta de una forma muy sutil. Si has pasado por un momento difícil y no puedes manifestar tu debilidad, no te permites llorar o sentir e incluso confiar o delegar, te aseguro que a través de la revisión de tus introyectos de mujer encontrarás frases, como las descritas anteriormente, que no se adaptan a tu presente. Posiblemente, sea tiempo de soltarlas para incorporar creencias que te fortalezcan y empoderen como persona, como mujer sagrada.

Ahora bien, ¿significa esto que un introyecto es malo? No, solo que puede no responder a la necesidad que tiene tu alma en el presente y, por ello, puedes sentir frustración, miedo, inseguridad y desconformidad, muchas veces sin saber la causa, conscientemente. Es más; algunos síntomas se presentan por introyectos, como por ejemplo, “estoy mala, estoy con la regla”, “pronto me voy a indisponer”, “para qué voy a ir a esa reunión si será lo mismo de siempre, me dejarán en lista de espera”, “para qué tratar de quedarme embarazada si ya llevo 10 intentos y no pasa nada, mi útero no me funciona” etc. Una larga lista de creencias que se anidaron en nuestra mente femenina, por ende en el útero.

Te recomiendo llevar una libreta de anotaciones, cada vez que recuerdes una, anótala. Observa cómo se ha ido manifestando en tu vida y si aún a día de hoy lo hace. ¿Podrías formular esa misma frase, dicho o creencia de forma positiva? es decir, cambiala para que como un mantra te la recites a diario reprogramando tu mente.

Si no las localizas, no te apures, con los aceites esenciales, los hidrolatos y masajeando el punto reflejo que encuentras en las siguientes lecciones vendrán a ti, aflorarán para poder irse y dejar espacio a lo que sí te sana, a lo que SÍ te potencia y se acerca más a quien eres de verdad.

Participa en la conversación

¿Aun no tienes acceso?

Para poder acceder a mi plataforma, debes ser alumno registrado en alguno de mis cursos.

Iniciar sesión

Accede con tu cuenta de usuario